lunes, 28 de octubre de 2013

De nuevo por aqui...

Un tal Neruda escribión en sus poemas "puedo escribir los versos más tristes esta noche..", gran poeta, gran autor, pero sobretodo una persona capaz de mostrar al mundo la tristeza o la alegria que sentía con sus palabras, y eso es difícil.
Nunca he sabido escribir bien, siempre mi cabeza viajaba por un mundo de sueños que no he sabido plasmar nunca, y no voy a empezar ahora.
Rodeada de estas cuatro paredes en las que me hallo en estos momentos, la puerta de mi habitación cerrada, la ventana con la persiana bajada, intento encontrarme yo. Sólo veo sombras y objetos materiales, nada importantes para mí, porque si apago la luz dejan de estar, dejan de existir, puesto que yo no las veo, y me olvido de que allí estan para sumergirme en mis pensamientos.
Habrá gente que piense que es una locura, que eso sigue estando y lo que me pasa es que no valoro lo que es material, respetable su opinión, pero es que para mí nada material tiene sentido. ¿Qué felicidad me da una silla? ¿Que felicidad me dan las hojas de apuntes? ¿Qué felicidad me da mi móvil?... NINGUNA. El objeto en sí, no es mas que un trozo material que se romperá, lo sustituiré y en cosa de 2 años me habré olvidado de su existencia. Lo mismo de mi portatil, o de mi pala de padel, entre otras cosas.
Sin embargo, cada cosa material tiene su sentimiento unido que a fin de cuentas va ligado a una persona. No me importa el objeto en sí, si no lo que me recuerda o lo que me hace sentir la persona que va unido a él. Mi pala de padel, un regalo muy especial, de alguien a quien quiero mucho. Me da igual el objeto, pero con él todas las semanas consigo que el tiempo pase rápido. Mi primera pala, y fue el motivo de acabar compartiendo aficiones con la persona mas importante en mi vida. Mi portatil o mi móvil, me dan igual, si se rompen, adiós, pero ambos me permiten comunicarme, o ver fotos y conseguir viajar a través de mis grandes recuerdos felices.
Con todo esto intento llegar a una conclusión y es que lo que realmente hace feliz a una persona es otra persona. La felicidad no la da el dinero, el dinero facilita la vida, pero no hace que sea una vida plena. No por tener más cosas eres más feliz, puesto que yo ahora perdería todos mis lujos si de esa forma pudiera conservar a quien quiero, y es que para mi la vida es así.
¿Qué me hace ilusión? Esa persona que vive por hacerme feliz todos los días, tenerla a mi lado, tenerla junto a mí. ¿Y si fuera rica? Viviría por hacerle feliz, porque si esa persona que tanto me importa es feliz, yo también lo soy, y sé que esto lo piensa mucha gente, aunque otras muchas si lo leyesen pensarian que es mentira lo que digo.
Simplemente una última cosa, el corazón nunca miente, y cuando realmente aprendes a querer a alguien, todo pasa a un segundo plano, porque tus sueños, tus ilusiones y tu vida se centra en esa felicidad imposible de explicar, pero que realmente te hace disfrutar.