Letras sobre un papel que no significa nada, y a la vez lo significa todo. Sin esas letras que forman palabras, sin esas palabras que forman frases, la mente no podría expresar ninguna de las ideas que en ella fluyen, que ella guarda, para algún día poder expresarlas…
Leyendo palabras, leyendo frases que no me importan nada, pero que un día importaran, que importaran ese día en que yo sepa expresarlas, en que esas palabras sean mi día a día. Gente confiará en mis palabras y no las pondrán en duda, otros simplemente verán palabras escritas en un papel, o simples habladurías de alguien del que no saben si confiar…
Poder de convencimiento de las palabras, poder del uso de las mismas, el saber, el conocer se realiza mediante ellas… Cansancio de leer, cansancio de comprender esto que no se si algún día llegaré a ver…
A través de ellas decimos que nos pasa, decimos que sentimos, y decimos si algo no va bien… Palabras para expresar todas y cada una de nuestras emociones… Pero no sólo palabras si no frases que nos dejan explicar que es lo que nos preocupa. Tristeza, dolor, alegría, y la frase que las contiene, “me duele esto”, “me entristece aquello”, o “me hace feliz veros” tan sólo esas frases simples, pueden dar mucho a aquel que las comprende… Palabras simples, que en unión nos llenan, palabras simples de las cuales no nos damos cuenta que es una virtud poseer esa capacidad de decirlas…
Hablar de palabras, mientras las escribo, me hace acordarme de aquellos que aunque conozcan cada una de ellas, no saben expresarlas, ya que el primer nivel de las palabras es el cerebro, y si este falla no queda nada, nada… que podamos decir o que podamos entender…