jueves, 30 de septiembre de 2010

Miles de libros e historias no contadas


Que grande se debe ver el mundo desde abajo... como una hormiga insignificante que puede soportar en sus "hombros" un peso muy superior al suyo... sin embargo, la realidad, el día a día para muchas personas se puede hacer mucho más pesado...




Al frente tengo una estantería con decenas de libros, y me encantaría sumergirme en ellos... Soñar, sentirme protagonista de una bella historia, pero que al fin y al cabo es sólo eso, una historia.

Cojo el lápiz, me pongo a escribir, me sumerjo en lo que mi cabeza esconde y entre frases que no tienen sentido aparente escribo aquello de lo que quiero huir... pero que a la vez una y otra vez se hace presente... una vez escrito lo escondo... no lo guardo bajo llave, porque no hay mayor llave que yo misma, ya que si las palabras no tienen sentido con el pensamiento todo encaja en ese puzzle de letras frases y palabras...

Quiero pensar que todo es diferente... que no es como mis ojos lo perciben... actuar de buena fe no está valorado, más que a base de palos, de caerse y quedarse estampada contra el suelo uno llega a darse cuenta que debe actuar por uno mismo, sin contar con nadie, porque al fin y al cabo no hay palmadita en la espalda, ni un gracias que valga...

No quiero pensar en la hipocresía de las personas, más bien en que todo lo que pasa lo hace por algún sentido... No quiero arrepentirme de nada, porque de ello he aprendido... No quiero mirar con melancolía aquello que un día fue... ni con rencor aquello que sucedió... Simplemnte quiero ser yo y aún en el suelo, en el frío suelo, quiero darme cuenta de que lo que hago lo hago por algo y no arrepentirme de ello...

Sentada en la silla... frente a esta pantalla me doy cuenta de que soy yo la que aquí se halla... sólo yo, sin importar nada...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Máscaras


Vivimos encerrados tras de máscaras... esas máscaras que nos ponemos para protegernos de cualquier cosa.

¿Acaso conseguimos diferenciar a alguien que lleva una máscara puesta, del que no la lleva?, es posible... Es posible en aquellas personas que sabemos bien como son, pero casi indetectable en cualquier otra persona... por eso somos capaces de mentir, y de aparenta quizás lo que no somos...
Cuando pintamos una falsa sonrisa, para ocultar que estamos mal; cuando nos ponemos esa máscara de felicidad, para ocultar realmente lo que sentimos...
Cuando nos ponemos la máscara de la indiferencia, para no mostrar que algo realmente nos está haciendo daño.
Cuando nos ponemos la máscara de la seriedad, para no reirnos abiertamente en momentos inapropiados, aunque por dentro nos estemos riendo como nunca.

Siempre que hablo me remito a los niños, pero ¿qué hay mas inocente que ellos? Que si ríen es porque quieren, que si lloran es porque lo necesitan, que si se enfadan es porque realmente se han enfadado por algo...

Mostrar algo que no somos poniendo la coraza o ese disfraz tras el que nos ocultamos... no es agradable, pero si que ayuda a seguir adelante...

No sé muy bien por qué escribo esto... más bien, me doy cuenta, que detrás de la máscara no todo es tan fácil, ni tan bonito... más bien es duro, y sombrio, cual otoño se vuelve marron, el sol desaparece pronto y la noche oculta tras de sí los bellos días de primavera... y verano... y muchas veces me doy cuenta... que no todo es, lo que parece ser...