viernes, 24 de septiembre de 2010

Máscaras


Vivimos encerrados tras de máscaras... esas máscaras que nos ponemos para protegernos de cualquier cosa.

¿Acaso conseguimos diferenciar a alguien que lleva una máscara puesta, del que no la lleva?, es posible... Es posible en aquellas personas que sabemos bien como son, pero casi indetectable en cualquier otra persona... por eso somos capaces de mentir, y de aparenta quizás lo que no somos...
Cuando pintamos una falsa sonrisa, para ocultar que estamos mal; cuando nos ponemos esa máscara de felicidad, para ocultar realmente lo que sentimos...
Cuando nos ponemos la máscara de la indiferencia, para no mostrar que algo realmente nos está haciendo daño.
Cuando nos ponemos la máscara de la seriedad, para no reirnos abiertamente en momentos inapropiados, aunque por dentro nos estemos riendo como nunca.

Siempre que hablo me remito a los niños, pero ¿qué hay mas inocente que ellos? Que si ríen es porque quieren, que si lloran es porque lo necesitan, que si se enfadan es porque realmente se han enfadado por algo...

Mostrar algo que no somos poniendo la coraza o ese disfraz tras el que nos ocultamos... no es agradable, pero si que ayuda a seguir adelante...

No sé muy bien por qué escribo esto... más bien, me doy cuenta, que detrás de la máscara no todo es tan fácil, ni tan bonito... más bien es duro, y sombrio, cual otoño se vuelve marron, el sol desaparece pronto y la noche oculta tras de sí los bellos días de primavera... y verano... y muchas veces me doy cuenta... que no todo es, lo que parece ser...

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