Levántate

"Levantate y sé fuerte" me han dicho una y otra vez... pero era incapaz ante tal soledad.
Iba por un camino, yendo hacia la playa y una piedra se topó en mi camino, iba distraida, por lo que no la vi, y caí. Al caer un fuerte dolor en la rodilla me incapacitó para ponerme en pie. Miraba a un lado y a otro, no había nadie, y no podía moverme de ese punto.
Empecé a arrastrarme como pude, y cada vez sentía más y más dolor... pero no en la rodilla, si no en las manos, y poco aguantaban ya ese camino lleno de hoyos y piedras. Al poco me paré y me tumbé boca arriba esperando que alguien llegase, y mirando al cielo, no veia nada más que el azul del día soleado que se trataba...
Cerré los ojos, y miles de imagenes alumbraban mis sueños oscuros... y empezaron a brotar unas lágrimas por todo lo que allí veia, y lo sola que estaba.
Pasó un hombre a mi lado, pero ni se detuvo, y a mis gritos de ayuda... practicamente me ignoro.
Pasó una niña, que me dio un caramelo, pero se fue corriendo.
Pasó una mujer, la cual se detuvo a hablar conmigo, pero antes de eso, me ayudó a reincorporarme, y a sentarme en uno de los lados del camino. La conversación la recuerdo como si de ayer se tratara:
- ¿Qué te ha pasado? ¿Necesitas ayuda?
- Si me deja utilizar un teléfono y permite que vengan a por mi...
- Sí sí claro, en seguida viene mi marido, que es él el que lleva el móvil.
- Gracias - le dije con una sonrisa.
- ¿Y que hacias sola?
- Nada salí a pasear...
- ¿Pero tú sola por aquí?
- Necesitaba huir del mundo para darme cuenta de algo, de algo... no sé lo que busco.
- ¿Darte cuenta? Nunca vas a conseguir eso... me explico. Nunca conseguirás huir de todo para conseguir algo... Tu vida es tuya, con sus virtudes y defectos... ¿De qué huyes?
- De mi... de mi cabeza, de mis sentimientos, de mis miedos, y de todo lo que tenga que ver con mi persona...
- Pero... ¡hija mia! ¿Cómo vas a huir de ti? ¿Acaso has hecho daño a los que te quieren? ¿Acaso has robado, has matado, o has herido a alguien?
- No... sólo... tengo miedo...
- ¿Miedo? Un niño cuando nace, tiene miedo de estar solo, y necesita nuestros cuidados. Cuando se hace un poco más mayor, tiene miedo a la oscuridad, pero busca a alguien que lo acompañe. Cuando llega al instituto, tiene miedo de no encajar, pero hace sus amigos... Cuando llega a la universidad tiene miedo de no ser capaz de lograr algo, pero se apoya en sus seres queridos y lo da todo para conseguirlo. Cuando acaba la carrera tiene miedo a no encontrar trabajo o a no ser bueno desarrollando sus labores, pero se apoya en sus compañeros para aprender bien el oficio. Cuando llega a la época de la jubilación tiene miedo a estar sólo encerrado en su casa... Cuando es anciano tiene miedo a la SOLEDAD... En todas las épocas de la vida, necesitamos a alguien a nuestro lado, porque nuestros miedos son más fuertes si nos vemos sólos... ¿Hay algo tan importante que te haga huir de tí, alejandote de los demás?
- ... (No supe que contestar)
- Si no sabes que decirme, es porque sabes que lo que te digo es cierto... huyes de ti y hoy has vivido que es la soledad, ¿te compensa? Cuando tienes a alguien a tu lado, sabes que aunque te caigas, te vas a levantar, porque alguien va a estar ahí para tenderte la mano y darte un abrazo... No huyas por huir, si no abre los ojos, y centrate en lo importante, centrate en aquellos que te quieren y lucha por ser feliz a su lado... Toda vida no es un camino de rosas, pero algún día encontraras aquello que te haga recapacitar ante todo...
- Siento que ya lo tengo... pero me arrepiento de tantas cosas... que seguir adelante es buscar otro arrepentimiento... o buscar el minimo motivo para ser quien no quiero ser, y comportarme como no debo...
- ¿Y qué? de eso se trata la vida... pero piensa una cosa... te vas a arrepentir el día de mañana de algo más importantes, y de NO vivir TU VIDA. Puede que no sea la mejor del mundo, pero es tuya y TÚ sola puedes hacer que cambie o que siga igual... No huyas de nada, porque todo te sigue y es lo que ocasionara que te sigas arrepintiendo... Vive el día a día, levántate, sonrie, y piensa que tu presente es único, y por como me parece que eres, sóla no estás, por lo que disfruta de lo que tienes, y sonrie por lo que puedes llegar a ser, siempre... camina acompañada, y LEVÁNTATE ante cada caida. Sólo tú puedes conseguirlo, si realmente quieres.

En eso llegó su marido, me subieron al coche y me llevaron a un sitio de primeros auxilios...
Después de mucho pensar, me di cuenta que lo que esa mujer me habia dicho era cierto. Al salir de ese puesto, le di las gracias al hombre y le pregunté por su mujer. Me dijo que no estaba casado, y que él era el primer hombre que pasó y me vio, que por eso pasó rapido, porque pensaba que debía recogerme lo antes posible. Le dijer que yo estuve hablando con una mujer, y me dijo: "yo te traje inconsciente... te vi sentada en el camino, pero no respondías..."

No sé que pasó, más me alegro de lo que se me dijo, aquel día...