Piedras que chocan contra piedras rompiéndose entre ellas y creando minúsculos trozos que no se pueden volver a juntar… Cristales rotos por el simple roce del árbol caído tras una ventisca… Olas del mar que arrastran todo aquello que no quieren ver a su paso, se lo llevan consigo lejos, donde nadie lo pueda ver, en el fondo del abismo dónde no llega la luz, donde nadie logrará llegar nunca…
Incomprensibles palabras, hechos, lugares y sueños, incomprensible lo similares que podemos ser con todo aquello que nos envuelve…
Aire que nos cubre, que nos da vida, que nos da aliento tras una dura carrera, que nos da un respiro, que nos hace libre, que nos permite volar.
Sol que ilumina cada rincón oscuro, que hace cálido cada instante que nos baña con su rayo, que nos abriga en los días fríos, que nos anima a bañarnos en los días de verano…
Como el canto de los pájaros incomprensible a nuestros oídos, pero precioso al oírlo, es incomprensible esto que escribo, detrás de cada palabra un significado, detrás de cada frase un pensamiento, atado con fuerza al miedo, a la vergüenza de decirlo… Vergüenza no es la palabra, miedo tampoco es el sentimiento… ya que qué miedo puede haber detrás de esto que pienso… Ilusiones, fantasías en la noche es lo que desvelo, miedo a que se cumplan mis mas temidos sueños… Necesidad de que el sol me bañe con su cálido rayo, necesidad que el viento me acune cada noche de espanto.
Las nubes que tapan al sol, no lo taparan nunca ya que es imposible que el verano no sea acompañado por ese sol por ese aliento de un viento acalorado...
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